Impresoras 3D cambian modelos de negocio
Cuando le hablen de impresiones en tercera dimensión (3D), no necesariamente debe imaginarse el tradicional proceso de la hoja pasando por la máquina.
Aunque sí hay similitudes entre los dos procesos, lo que debe tener claro es que se trata básicamente de la construcción, pieza a pieza, de manera automática y programada, por parte de un aparato que puede variar de tamaño para imprimir desde juguetes, hasta piezas para casas y carros.
Distintas industrias han visto en este tipo de innovaciones la manera de apalancar un nuevo modelo de negocio. Hewlett Packard (HP), compañía experta en el desarrollo de computadores, se ha metido de lleno en su desarrollo y ha anunciado la comercialización de estas en el mercado local.
Este tipo de dispositivos podrían llegar, para pequeñas y medianas empresas, a tener un valor aproximado de 50 mil dólares. Si bien gran parte del beneficio económico podría llegar para este tipo de compañías, gigantes empresariales de distintos sectores ya empiezan a utilizarlos.
En Colombia, por ejemplo, la Constructora Conconcreto, con miras a hacer más eficiente sus procesos productivos, se ha metido de fondo en la creación de piezas a través de la “manufactura aditiva” (como también se le conoce a los procesos que se sustentan en las impresiones 3D).
“El futuro de la construcción está en gran parte en estos desarrollos. Nuestro modelo se basa en la elaboración de piezas para la construcción de viviendas bajo costo”, afirmó Juan Luis Aristizábal, presidente de la Constructora Conconcreto.
Aristizábal explica que su compañía utiliza la innovación con el objetivo de obtener varias partes de la vivienda, para posteriormente ensamblarlas. “Hemos invertido cerca de 250 mil dólares”.
Los objetos que se crean para estos procesos pueden llegar a demorarse entre 18 y 36 horas, pero reducen los tiempos de producción de manera considerable.
“Sabemos que los tiempos de producción, en promedio, para las empresas que utilizan impresoras 3D, pueden reducirse hasta en un 30 %”, comentó Carlos Camargo, fundador de makeR, emprendimiento que desde hace cuatro años comercializa este tipo de innovaciones en el país.
Camargo agregó que el costo de producción, según mediciones hechas por la firma, puede reducirse hasta en un 10 %, dependiendo de la empresa.
Aún es una industria en pañales, pero que se muestra atractiva para emprendimientos. Los costos de adquisición, para la elaboración de pequeños productos, pueden ser de hasta 3 millones de pesos. Para iniciativas más grandes, pueden ser necesarios cerca de 100 millones de pesos.
Al final, uno de los cambios más atractivos que tendrá la industria será la posibilidad de ofrecer productos “a la medida”.
Esto lo confirma Camargo cuando dice que “las compañías de moda ahora pueden ofrecer elementos impresos personalizados”.
Adidas, por ejemplo, ya imprime tenis a la medida para sus clientes, el anuncio lo hizo en abril del año pasado.
Fuente: http://www.elcolombiano.com